Hay indicios que apuntan a que algo serio y preocupante está sucediendo en España. ¿Somos conscientes de lo que pasa o quienes nos alertan de ello carecen de la credibilidad suficiente, convencidos como estamos de vivir en un país donde los problemas tarde o temprano se acaban resolviendo porque tenemos recursos suficientes para ello y porque además a nosotros no nos tose nadie?. Dicho de otro modo, ¿hasta qué punto las señales de alarma son suficientemente sólidas y convincentes como para advertirnos de que no es oro todo
lo que reluce y que, al final, saldremos adelante como siempre creemos que ha sucedido?. ¿Bastará con que los embajadores transmitan en el extranjero una imagen optimista para cambiar el rumbo de las cosas, como recientemente les ha encargado el Presidente del Gobierno en la reunión mantenida con 130 plenipotenciarios reunidos en Madrid?.
Poner la venda delante de la herida no excluye la necesaria toma de conciencia o, al menos, saber que lo que se piensa de nosotros no es tan favorable como pensábamos. Por algo será, e ignorarlo es de necios. Según el Doing Business para 2009, que analiza el funcionamiento de los mecanismos regulatorios de la economía, a través de tres indicadores básicos –seguridad jurídica, transparencia y calidad de los instrumentos de gestión, y eficacia de la justicia- , España se sitúa en el puesto 49 sobre calidad del entorno para la gestión empresarial y de los recursos humanos, tres puntos por de 2008 y con tendencia a decrecer. En el mismo sentido, la OCDE suspende de nuevo a nuestro país en educación, al situar su nivel de enseñanza por debajo de la media europea y de los países industrializados, con uno de los mayores índices de fracaso escolar y con graves carencias de inversión en el sistema educativo.
Ambos informes son coincidentes al destacar las insuficiencias de una economía condicionada por la maraña burocrática que soportan las empresas, por los costes derivados de la ruptura de la unidad de mercado, por la lentitud de la Administración, por el colapso judicial y por la ausencia de un sistema educativo de calidad que permita avances en la innovación tecnológica y la formación de los recursos humanos para ganar las dosis de competitividad necesarias. Baja productividad y baja competitividad: he ahí el balance redundante, el callejón sin salida, que aflora cuando las burbujas se desinflan.
Son informes demoledores, tan criticables como cualquier otro, pero que obligan a la reflexión y a la autocrítica. Ante la crisis en la que nos encontramos y la drástica ruptura sufrida respecto a la etapa de expansión de los últimos años, ¿existe en la sociedad española y, sobre todo, en quienes la dirigen en los distintos niveles de la Administración la conciencia de los problemas y la voluntad política necesaria para afrontarlos? ¿Está mostrando el Estado autonómico la fortaleza y la cohesión suficientes en la dirección que conviene al conjunto del país?.
Imagen: Valencia. Ciudad de las Artes y las Ciencias, ¿un símbolo de la España innovadora?
La crisis supongo que se acabará resolviendo como ocurrió con la del 73(creo)lo de la educación es mucho más preocupante porque no augura un buen futuro. La burocracia y los defectos del sistema judicial debe ser tan inevitables como los impuestos y la muerte.
ResponderEliminarLa actitud del gobierno me parece una huída hacia adelante.
Un abrazo.
Estamos hablando de un gobierno que destina más al ministerio de defensa que al de educación, y que, aunque buenas y esenciales, utiliza las medidas sociales como paraguas ante las críticas.
ResponderEliminarEn cuanto a la burocracia, estoy convencido de que si la organización fuera buena (informatizada), ahorraríamos mucho funcionariado inútil y mucho dinero.
Pues vaya notición, yo creía que no hay crisis, que no está tan mal la cosa,que no estamos a la cola de nada, que no entraremos en recesión y que todo se solucionará en un pis-plas.
ResponderEliminarNo lo has oído por ahí ????
Vale que estamos en crisis y en este país se necesitarían más inversiones en I+D, más competitividad entre las empresas, más emprendedores íntegros que trabajasen por el bien del país, más inversiones en educación que en armas de guerra, depurar a la justicia de funcionarios ineptos y agilizarla a nivel informático; PERO no olvidemos quién nos metió en este berenjenal: el ínclito Bush, con la ayuda de Aznar y de Blair, en su política nefasta de atacar Iraq y a nivel nacional el boom inmobiliario que, no olvidemos, empezó en los años aznarís y ahora es MUY dificil desenredar la madeja... Veremos cómo acaba todo esto. Besotes, M.
ResponderEliminarHola, FERNANDO. Planteas un tema bastante peliagudo, y en el que es difícil pronunciarse con un simple comentario. Creo que sí, que saldremos adelante al ser un país fuerte y rico. Pero enemos dos problemas para mì básicos, uno el exceso de burocracia y otro el de la iusitada ambición de quienes rodean a un clase dirigente y minoritaria. PALLARÉS apunta en esa dirección y el nacimiento de la especulación inmobiliaria ha sido nefasto al seguir enriqueciendo a unas minorías en vez de proceder a un reparto más justo de la renta nacional. Pero creo que pese a todo se saldrá adelante. Un saludo. Manzacosas
ResponderEliminarLa crisis está y no se pasará de hoy para mañana, solo hay que escuchar a los expertos, claro es que parte del trabajo del político es no alarmar demasiado y decir que todo irá bien, como buen comercial, que menos...eso si, quien quiera que se lo crea, yo soy consciente de lo que ocurre, los números no fallan y están expuestos a todo el que quiera verlo, lo que ocurre es que es más cómodo pensar que no pasa nada y que todo se solucionará, es más, va bien ese optimismo aunque cuesta si eres realista.
ResponderEliminarVes telediarios, lees los periódicos..consultas la bolsa, escuchas a los grandes expertos de la economía,..¿y, que te encuentras..?, una CRISIS que no deja desapercibido a nadie, vamos digo yo. Tendremos paciencia y serenidad y intentaremos llevarlo lo mejor posible. Un abrazo, didi.
Estimado Fernando, todo lo que dices es cierto, y lo que es peor necesitamos dinero y los bancos extrajeros no pueden dárnoslo , no sé si han hecho bien con vender parte el oro del banco de España como lo han hecho... Una pura y real vergüenza lo que están haciendo con este país. Hace años me sentía orgullosa de ser española y hoy éstos hacen que me dé vergüenza cuando salgo a otro país. Gracias por atreverte a decir la verdad.Te felicito por ello. Espero que se adelante lo que intuimos muchos pero, siempre tienen que ser los mismos quienes pongan remedio a estos inútiles.Un abrazo.Angela
ResponderEliminarEs penoso, que depues de tanto que ha costado levantar y alcanzar el estado que derechos, libertades etc, que lo vayan a cargar en menos que canta un gallo porque nadie ha querido darse cuenta, y todos en cambio lo sabiamos, lo que podria venir..... son mas ciegos que los ciegos, pero como los que tienen por regla general seguiran teniendo (aunque sea un poco menos
ResponderEliminar0 , pero los que tenian poco, van a tener que empezar como antano en quitarselo a los que se los han quitado......y eso es un problema...