10 de septiembre de 2008
Mensajes en la calle: la cortesía portuguesa
Merche Pallarés, persona cosmopolita y sensible donde las haya, nos habla en su blog de Portugal en un tono emocionado, evocando la experiencia del periodo de su vida transcurrido en el país de Lobo Antunes y de Orlando Ribeiro, entre otros. Esa evocación me da paso para traer a colación una faceta conocida de los portugueses, o al menos de una mayoría, como es la cortesía y las buenas formas. "Es usted más cumplido que un portugués" se dice a veces en España cuando se quiere resaltar el sentido reverencial que nuestros vecinos del Oeste dan al que, ante una puerta por franquear, siempre le ceden el paso con una sonrisa que invita a devolverla.
Recurren a fórmulas de tratamiento que ya no se ven en ningún sitio, como la que figura en este cartel de acogida y llamamiento a la buena costumbre, que ví de pronto en el bus de una ciudad de Tras-os-Montes no ha mucho; y cuando consigues labrar amistad con uno de ellos, ya sea de la ciudad o del campo, del Minho o del Alemtejo, prepárate, pues las atenciones van a estar muy por encima de tus expectativas. Y lo hacen sin engolamientos ni hipocresía. Les sale del alma, como esas canciones que impregnan el ambiente de un sabor melancólico al que uno se acostumbra y del que no es fácil desprenderse una vez sumergido en él. Basta simplemente deleitarse con la voz Carlos de Carmo, de la que aquí se incluye un ejemplo, para darse cuenta de ello. E incluso puedo decir que poco a poco van superando esa desconfianza histórica hacia los castellanos de la Vieja Castilla, es decir, de la mía, de la que nunca han querido "nem bon vento, nem bon casamento". Cosas del pasado, pues sé de parejas formadas por personas de Coimbra o Leiria con otras de Salamanca y Zamora más sólidas que los berrocales de la magnífica Serra da Estrelha.
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Además de encantarme Portugal, sus paisajes, sus castillos, sus comidas, creo que tenemos mucho en común ellos y nosotros. Pero ya se sabe lo que pasa con los pueblos: los uqe tienen límites comunes son los que más se pican entre sí. Superemos la desconfianza porque somos una misma "balsa de piedra"
ResponderEliminarMagnífica descripción de los portugueses. Definitivamente tengo que ir sin falta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Álvaro.
Gracias por mencionarme, Fernando y sí esa es otra faceta que me encanta de los portugueses, su exquisita educación y hospitalidad Y que NO chillan al hablar... Besotes, M.
ResponderEliminarTienes razon, cuando vivia en un pais de europa, una para de familias, eran portuguesa y asi son, siempre podias contar con ellos...
ResponderEliminarUna vez una persona male´ducada dijo que la cortesía era sólo aire. Alguien respondió que aiere era únicamente lo que había dentro de las ruedas de un coche pero que nos ayudaba a soportar los baches del camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son tan encantadoramente comedidos y educados que no puedo dejar de veranear allí algunos días cada año.
ResponderEliminarAdoro Portugal y a sus habitantes.