7 de septiembre de 2008

¿Volver a Tacuarembó? ¿Redescubrir el Uruguay?


Me escribe Rubens Ferreira, mi buen amigo uruguayo e ingeniero agrónomo de profesión, para invitarme de nuevo a Uruguay y visitar algunos de los lugares que ponen en evidencia los cambios que, con sus luces y sus sombras, están teniendo lugar en el país donde nacieron Mario Benedetti y Eduardo Galeano, entre otros personajes realmente admirables. Tengo interés en visitar la zona donde se han implantado las factorías papeleras que tanta tensión están provocando con Argentina, conocer la ciudad de Paysandú, que crece considerablemente por razones que desconozco, recorrer de nuevo, sin prisas, las calles de Montevideo, que aún conserva rincones, plazas, cafés, restaurantes y paseos de enorme encanto, y volver a contemplar el paisaje del Norte, donde ahora reside mi anfitrión. En suma, percibir de nuevo el rumbo y los horizontes de un país singular que trata de sobrevivir en medio de los colosos que lo flanquean, Brasil y Argentina, caracterizado por una vida cultural y literaria muy activa y persuadido de que su futuro no puede separarse de la identidad histórica que José Gervasio Artigas, el lider de la independencia, fraguó en la Banda Oriental del Río de la Plata.

Su mensaje me ha recordado la visita que Luis Pastor Antolín y yo hicimos hace diez años a la hacienda que la familia Ferreira posee en Caraguatá, ubicada en el departamento de Tacuarembó, muy cerca de la frontera con Brasil. Fue una experiencia inolvidable, que nos llevó, sin preverlo y por iniciativa espontánea de Rubens, al Uruguay más profundo y auténtico, a los lugares donde las personas se confunden con el territorio, formando una simbiosis que no resulta fácil disociar ni muchas veces comprender. El conocimiento directo de cómo funcionan las explotaciones ganaderas en los paisajes pampeanos, el sentido de la vida, del particular uso del tiempo, de las relaciones humanas, del intercambio comercial, del respeto a la palabra dada, de las formas de expresión y del culto a la naturaleza.

¿Volver a Tacuarembó?. Quién sabe cuando, pero sin duda me encantaría. Evocar las experiencias de hace diez años, compartidas a tope con Luis, que lamentablemente ya no me podrá acompañar. Emprender largas caminatas por aquella finca inmensa, apreciar de cerca lo que supone el trabajo en medio de la soledad, guitarrear las canciones de Zitarrosa o leer los poemas de Benedetti y Circe Maia - familiar de mi amigo y residente en la ciudad- , ver pasear a los lugareños con el termo de agua caliente, siempre dispuesto para el mate, bajo el brazo, saborear las verdaderas "milanesas", que rebasan el plato con creces, oir las historias más inverosímiles sobre la inmigración procedente de Europa, sentir el pálpito de una sociedad refugiada en un entorno apacible y relajante, donde de cuando en cuando aflora el recuerdo de Carlos Gardel, del que dicen que nació en esta ciudad uruguaya allá por el 1887.

Sé que ya no está Lito, el capataz que, termo con agua casi hirviendo en ristre, posó con Rubens y conmigo (a la izquierda) en la foto que ilustra esta entrada, y que fue tomada, un crudo día del otoño austral, tras una excursión agotadora en la que nos empapamos con la lluvia. Pero quiero traerla aquí como testimonio de un encuentro memorable y de una amistad que, surgida al azar, se ha mantenido incólume durante una década, insensible al paso del tiempo y al efecto disolvente de la distancia.

Quizá esta permanencia de la relación venga propiciada por la coincidencia de puntos de vista sobre los temas de nuestro tiempo y quizá también por el entusiasmo que ambos mostramos por las canciones de Alfredo Zitarrosa, que en buena medida favoreció la afinidad de puntos de vista y el descubrimiento de sensibilidades compartidas. Y he aquí la canción que simboliza como pocas las sensaciones que derivan del conocimiento del Uruguay. Si no la conocen, oíganla y la recordarán para siempre.

13 comentarios:

  1. Buen domingo Fernando, que bonito viaje, Uruguay,anímate hombre y vuelve a aquellas tierras, diez años son muchos años, seguro que todo ha cambiado muchísimo, total está aquí cerquita, solo saltar el charco.

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  2. ¡Qué bonita descripción de tu estancia en ese bello país! y qué entrañable homenaje a una amistad... Besotes, M.

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  3. Me das envidia, siempre me ha gustado viajar, pero he viajado muchísimo menos de lo que me hubiese gustado. Tengo muy buenas referencias de Uruguay, pero no lo conozco, y Tu lo describes muy bien. Y gracias por tu visita a mi blog. Un beso

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  4. ¡ Que bonito post¡ me ha gustado mucho la cronica, sinceramente.
    saludos

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  5. Me gusto mucho tu blog, sigue asi.-
    saludos.-

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  6. He tenido envidia de tu estancia, de tus amistades, de aquella soledad descrita de una forma tan bella, del menjar, de esa confianza que se sabe que la hay, en breves ocasiones y con muy pocas personas, he sentido añoranza de un tiempo que ya ha pasado, me has recordado amigos, jóvenes muy jóvenes que la vida se los ha llevado, temprano, por un momento he querido estar allí, sentir la lluvia que cala la ropa que enfría los huesos, sin embargo lo que rodea aquel tiempo, aquellos momentos, secan la humedad y dan calor. Un homenaje precioso donde nos has invitado para poder disfrutarlo contigo. Un abrazo, didi.

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  7. Uruaguay, más allá de los referentes literarios a los que aludes, ha sido un país cuya sonoridad siempre me ´ha resultado atractiva. Incluso su nombre oficial de República Oriental de Uruaguay, me resultó siempre curioso, antiguo, cargado de exotismo y aventura, de garibaldinos buscando el romanticismo del combate y la libertad a miles de kilómetros de su casa,....
    En fin, ¡QUE ENVIDIA!.

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  8. ¡Qué canción más preciosa!
    Un abrazo.

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  9. Cómo me gustaría ver el Rio de la Plata. No creo que lo consiga, pero, por favor, cuéntanoslo

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  10. Hermosa tierra la uruguaya, tierra de Benedetti, Galeano, Zitarrosa y Onetti, pero no de Gardel (no temas una polémica, sólo es una broma rioplatense, toqué el tema en dos entradas mías, "Ser Gardel" y "Monte vide eu) La verdad? Son como nosotros los argentinos pero menos pedantes, o sea que son una versión mejorada. Es que todavía me resulta inexplicable que seamos dos países viniendo del mismo virreinato, aunque sepa las razones que tenía Inglaterra.

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  11. Me pega fuerte tu post porque soy uruguaya, montevideana y, porque Alfredo compuso el Adagio en mi País para Marga y Betty. Te lo puedo demostrar, lo tengo grabado en un ensayo en su casa, Alfredo tocando la guitarra y silbando, y donde nos hace una serie de indicaciones a Betty y a mi, de cómo cantar su Adagio.
    Si quieres, te paso por mail la grabación.
    Estoy emocionada. Un abrazo

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  12. Faa que belleza! Cuando en las etiquetas vi Alfredo Zitarrosa, fui directamente...

    Esta canción,y "Guitarrero" me siguen poniendo la piel de gallina.

    Un saludo a totos y todas, y quién quiera y pueda, visite Uruguay, que aunque no esté catalogado como "destino turístico" (afortunadamente), vale la pena verlo, olerlo, sentirlo.

    Tía Doc

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