Con demasiada frecuencia observamos acontecimientos y fenómenos que nos son difícilmente comprensibles. Por más que lo intentemos, nos asombran hechos que, afectándonos incluso, interpretamos como el producto de decisiones absurdas, faltas de argumentos convincentes sobre los que apoyarse. ¿Cómo entender muchos de los aspectos y situaciones que han aflorado con la crisis financiera y económica en la que nos encontramos, cuando las advertencias sobre los riesgos estaban ya señaladas por la propia trayectoria que ha seguido la economía en el siglo XX, repleta de lecciones contundentes en este sentido? ; ¿cabría calificar de racional la colaboración con iniciativas que vulneran los derechos humanos como es la tolerancia vergonzante con los vuelos irregulares que han conducido a personas a la prisión de Guantánamo, a sabiendas de que esa práctica contravenía los derechos humanos y tarde o temprano iba a ser descubierta y dada a conocer?; ¿dónde apreciar el sentido común en el que se basa la obligación impuesta por el Gobierno de la Comunidad Valenciana de impartir en inglés la asignatura de Educación para la Ciudadanía como artimaña ridícula para cuestionarla dentro del sistema obligatorio de formación?; ¿hasta qué punto la irracionalidad se ha acabado imponiendo como una pauta de conducta en muchas de las iniciativas adoptadas desde el ámbito público y privado, con el estupor que ello provoca en la ciudadanía, sumida así en el desconcierto que, a la postre, conduce a la pérdida de confianza en las instituciones y a la adopción de posturas que acaban igualmente derivando a la irracionalidad que cuestiona los comportamientos racionalmente concebidos?.
Ahora bien: ¿se trata verdaderamente de actitudes irracionales o más bien de actitudes obedientes a una motivación que, más allá de la confusión que pudiera provocar, no dejan de ser la manifestación de decisiones ajustadas a una lógica aplastante, que las justifica en función de argumentos y objetivos que, por irracionales que parezcan, siempre tienen una razón de ser que depara resultados provechosos a quien irracionalmente actúa?. ¿No estamos haciendo de la irracionalidad un hábito de conducta que se acepta como irremediable?.
Comprendo perfectamente tu punto de vista, Fernando. Es más, suscribo integramente tu inteligente post.
ResponderEliminarPara mi la politica "debe de Ser" el arte de servir a los demás, no lo que "es" (el arte de servirse a si mismo).
Es decir, mi acepción de la politica no se parece en nada a lo que observo a mi alrededor. Y si, como bien dices, la irracionalidad tiene su lógica, ya lo creo, pero para mi es una logica oscura, maquiavelica, malvada.
Falta amor y generosidad en este mundo. Y las altas esferas o instituciones politicas son las que más carecen de "ética", si es que alguna vez han sabido que significa esa palabra.
UN ABRAZO.
Bella reflexión me la llevo y lo comparto con todos así la denuncia es y será siempre el triunfo de la soberbia obtusa de ellos los de siempre...
ResponderEliminarsaludos un abrazo fraterno
Me ha gustado mucho tu post de hoy, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarY como dice Cornelivs, la política dbe de ser el arte de servir a los demás, no lo que és.
Besos y que tengas una linda semana
Suscribo al cien por cien lo que dices. Siento, a diario, el mismo estupor. Y mis sospechas van por el mismo camino.
ResponderEliminarPero... estoy cansado, muy cansado, como decía aquel loco que se negaba a participar en un partido de baloncesto en "Alguien voló sobre el nido del cuco". Siempre es lo mismo, la misma excusa, la misma trampa, el mismo engaño.
¿No será que este estupor es una forma de evadirnos del problema? No paro de oír y de leer a gente que se sorprende de todo. Pero vamos a ver ¿de qué nos extrañamos?
Los políticos son como nosotros, si fuéramos políticos. A mi me nombran mañana ministro y si quiero durar una semana, tengo que hacer lo único que se puede hacer, estar a las órdenes de quienes mandan, que son curiosamente los que me habrán aupado y mantenido. Y así todos: el Ejército, la Magistratura ¡ay, la Magistratura!
¿Acaso no hacemos todos lo que se espera que hagamos?
No podemos seguir así. No podemos.
Es que todo es un enorme sinsentido.
Fernando; suscribo todo lo que dices... y te felicito por dar ese grito que todos queremos dar y no nos atrevemos...Llevo tiempo que me niego a creerles porque nos demuestran con sus actitudes que lo que les motiva es estar ahí a pesar de todo incluso, a pesar de hacer el ridículo... ¿No ves lo que ha pasado aquí en Asturias este fin de semana...? El mismo Fernando, el mismo y, sin escrúpulos después de tanto tiempo en el cargo y sin resultados positivos...Sólo les importa lo que conlleva el cargo, lo demás, es secundario ... por éso me he vuelto agnóstica desde hace tiempo pero, a lo que no renunciaré son a mis valores y principios. Gracias Fernando por estar ahí. Un abrazo y que tengas una estupenda semana. Angela
ResponderEliminarCreo, Fernando, que cada individuo que actúa en política tiene una lógica, hasta donde se puede ser, con la mezcla de inteligencia y conveniencia por la que obra el individuo, pero la suma de las lógicas individuales no dan una logica social, precisamente porque no está organizada como pensamiento social, sino como suma de individualidades. En ese sentido decía yo que la política era psicopática, porque cada individuo, cada grupo mira sólo por su éxito y salvación personal. Haría falta comprender que se tiene que aplicar un pensamiento global, social, que atienda al beneficio de todos o de la mayor parte de la gente, si no es posible la totalidad. Eso sería lógica de verdad, inteligencia social. Los políticos nunca han pensado en tal cosa, sino en la supervivencia de su grupo, cuanto más pequeño más mezquino.
ResponderEliminarAquí querido Fernando aún existen muchos "reinos de taifas" que hacen o deshacen a su antojo (Valencia y su "Educación para la Ciudadania" obligando a impartirla en inglés...¡Qué ridiculez y qué despropósito!) Luego, no me sorprende nada lo de los vuelos clandestinos aprobados por el ínclito "Ansar", típico vasallo cretino arrodillado ante el gran poder de los todopoderosos USA a su vez liderados por un estúpido e ignorante Bush. Así estamos, querido Fernando, hechos unos zorros. Besotes, M.
ResponderEliminarComo bien dices, Fernando, la conclusión a la que tenemos que llegar a veces es que ciertas actitudes irracionales responden a una motivación con una lógica que nosotros, los mortales, no llegamos a entender.
ResponderEliminarAgradezco tu visita y entil comentario en mi blog, lo que me ha permitido descubrir tal vez uno de los blogs mas versados y versatiles de la red.
ResponderEliminarEl sistema debe pasar por un proceso de reestructuracion en muchos de sus aspectos, lo que trae como consecuencia la reingenieria casi total del mismo, pero un factor muy importante como es el interes politico, economico y burocratico, nos sigue y nos seguira sumergiendo en el hondo pozo de la desidia y el conformismo.
Un abrazo graternal a la distancia.
Te espero en mi blog.
Es un punto de vista el tuyo para pensar, todo tiene un motivo, y losque quieren obtener algún tipo de beneficio, ya sea económico o político, se comportan de forma irracional entre comillas, pero lo que quieren es crear confusión y desconfianza, y ya se sabe que a rio revuelto, ganancia de pescadores.
ResponderEliminarUn beso
hola poeta y escritor!excelente post..me pongo de pie y aplaudo...
ResponderEliminartema para una rueda de amigos mientras nos deleitamos con algo...
gracias..es totalmente cierto..
besos.
silvia cloud
Fernando, siempre me sorprendes gratamente, tienes una forma de escribir y transmitir única y exquisita. Entiendo todo lo que te preguntas pq yo muchas veces también lo hago. A mi la política dejó de interesarme cuando la estudié y vi lo que realmente hay detrás, no me gustó nada, por ello comparto tu reflexión y pienso que como en todo aún falta mucho por hacer. Un abrazo
ResponderEliminarSon maneras y hechos irracionables, pero que gracias a esa racionalidad, se exponen como hábitos o costumbres necesarias. Por ejemplo, cuando hay una guerra, unos cuantos deciden hacer otra guerra para liberar a los que padecen la misma, es irracional pero justificable. Y has tocado el máximo exponente, Guantánamo, es completamente irracional e inhumano pero muy bien argumentado. Y lo peor es que, como bien dices, nos estamos acostumbrando a esto... esperemos que los que pensamos en contra de lo "irrazonablemente bien argumentado" nunca dejemos de hablar o escribir sobre ello.
ResponderEliminarSaludos y salud
Y si acaso fuera que el mundo se está desenvolviendo según su propia evolución? Quizás hoy, la "crisis" sea una llamada de atención del Planeta para que nosotros, los humanos veamos los derroches personales de los últimos años, en tiempos donde otros pasan tanta hambre. El telediario muestra no solo tragedias sino imágenes de coches ocupando manzañas enteras durmiendo a la espera de "pelas". Coches que antes añadían contaminación, ahora están quietecitos; coches de miembros de toda una familia que ha preferido moverse a sus anchas y por su cuenta independientemente de si eso afectaba al sistema ecológico o clímatico donde vivimos todos. Un pequeño ejemplo donde la conciencia ha estado obnubilada por el consumismo. Y si todo ha de evolucionar, pues nada marcha hacia atrás por mucho tiempo...ni siquiera la política puede subsistir sin equilibrio ya que los que habitamos las tierras del mundo no somos tontos y nuestras energías piden más.
ResponderEliminarUn abrazo con el calor de tu comentario en mi blog.
Totalmente de acuerdo, albergo las mismas dudas que tú planteas.
ResponderEliminarAunque se me antoja que detrás de la irracionalidad e insensatez de los que actuamos cegados por la ignorancia, siempre existen intereses ocultos, y no tan ocultos, de los que unos cuantos sacarán un buen provecho.
El ser humano parece que nunca vaya a aprender, ni de lo ocurrido hace dos mil años, ni de hace dos días.
Gracias por haberme dado la oportunidad de conocer el excelente blog que tienes. Permíteme que lo enlace al mío, así te tendré más controlado.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que escribes y he llegado a la conclusión de que éste es un mundo de locos !
ResponderEliminarLa irracionalidad descubre conductas y sensaciones junto a sentimientos que muchas veces son más sensatos que la propia racionalidad, ya que si pensamos en política con raciocinio y dejamos la parte emocional fuera, nos los comeríamos vivos, porque veríamos conductas totalmente embusteras, veríamos como nuestros gobernantes manipulan y abusan de todos nosotros con palabras que se las lleva el viento, como se aprovechan de nuestra inexperta formación en muchos sentidos, como nos engañan, veríamos demasiado. Pero tenemos cosas que nos liberan de todo ese peso y que aprovechamos al máximo para olvidar, como es la familia, nuestros amigos, hijos...etc. Entonces dejamos por un momento de ser racionales para poder respirar y relajarnos en esta vida que nos ha tocado vivir.
ResponderEliminarUn abrazo Fernando, didi.
No es irracionalidad, es una nueva manera de ver el mundo, o mejor dicho, una nueva manera de hacer que otros vean el mundo como algunos quieren.
ResponderEliminarUna nueva lógica, en resumen.
Un saludo.
Fernando es que somos racionalmente irracionales...jugamos con el raciocinio que nos dió la naturaleza de tener el poder del intelecto... y al caer en el aburrimiento mareamos la perdiz más de la cuenta... ahí tienes como bien dices lo de la ciudanía en inglés... solo nos engañan irracionalmente...pero nos engañan. saludos
ResponderEliminarDejémonos de eufemismos, no llamemos irracionalidad a la subnormalidad de los dirigentes políticos.
ResponderEliminarYa dije alguna vez que a la política no deberían dedicarse los políticos, si no la gente que quiere hacer política.
¿Te das cuenta de que la mayoría de los políticos son personas que se han dedicado desde jovenes a la política, gente que o bien nunca han ejercido una profesión o bien no han dado más que dos pasos, sin brillo ni gloria, en ningún oficio? De ahí quizás su irracionalidad y su tontería, y su creencia de que están por encima del común de los mortales.
ResponderEliminarSiempre hay excepciones, claro.
Fernando, gracias por tus comentarios. Tú sabes que los viajes son una experiencia que no se termina al llegar a casa. A mí me está ocurriendo eso ahora.
Mira durante años a nosotros nos vienen sometiendo a estas irracionalidades,y jamás fueron sin un propósito,siempre han seguido una senda marcada por otros a nuestros gobiernos,con la finalidad de mantener nuestra mente en intentar entender lo incomprensible y desviar nuestra atención a cosas sin sentido y no a lo importante,a lo que sucede cuando nos quieren tener preocupados ,desorientados en vez de atentos.
ResponderEliminarMe ha gustado tu post,siempre es un palcer leerte,que tengas buen día Fernando.
¡Qué retorcidos llegamos a ser los seres humanos!
ResponderEliminarTal vez, -esto es un zapatazo al aire-, debiéramos volver a la animalidad que según dicen quienes investigan nos origina para encontrar la lógica que estamos olvidando o ya definitivamente hemos pedido.
¿No resulta cómico, o trágico, que ante determinadas actuaciones humanas, y van ya siendo multitud, tengamos que ponernos a pensar qué sentido tienen, si habrá alguna razón oculta tras el marasmo de aditamentos que le acompañan, si será simplemente una broma simple, o si de ellas nos puede sobrevenir una catástrofe por no se sabe qué parte diabólica?
Ya es castigo que cuando tenemos asegurado casi todo, que la ciencia todo lo domina, lleguemos a temer como en el medievo a las fuerzas oscuras del averno.
Pero, amigo Fernando, parece que atinas en la descripción de esta realidad nuestra, que ya por repetida empieza a ser, así de normal, normal.
Sabes qué me recuerda esto, las preguntas que se han usado, y a buen seguro se seguirán utilizando, en los ya famosos referéndums sobre la OTAN y la autodeterminación del País Vasco.
M eha gustado mucho lo que dices, pero si la irracionalidad tiene su lógica, ésa es la que no debería aplicar la clase política. Los representantes de los ciudadados deben buscar una lógica racional conjunta.
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