31 de octubre de 2008
Los estudiantes vuelven a acampar de nuevo dentro de la Universidad
Parece una escena de otro tiempo, una escena remota que lanza la memoria a los tiempos en que la Universidad era foco de lucha y contestación a la dictadura franquista en España. El recurso a la acampada en el recinto universitario suponía una mezcla de postura contestaria frente a la autoridad académica nombrada a dedo- muy incómoda ante este tipo de iniciativas, que debía evitar a toda costa, siguiendo los dicterios de sus superiores - y de jornada excepcional en la vida rutinaria, que brindaba a sus partícipes la oportunidad del debate permanente, de la conversación sin límites de tiempo y de sentir que lo que hacían y decían les convertía en protagonistas de un momento histórico, que no podían desaprovechar. Con el tiempo, muchos se han olvidado de ello y, si lo recuerdan, es como una experiencia asociada a la juventud, aunque sin la sombra de la nostalgía que en su momento pudieron prever.
Muchos años han pasado desde aquellos setenta, ya tan lejanos. Pero esa modalidad de protesta sigue teniendo su reclamo, cuando la ocasión, según sus organizadores, se presenta propicia para ello. Ha ocurrido, tal y como lo acabo de ver y fotografiar, en la Universidad de Valencia, en la que he pasado unos días. De nuevo las tiendas de campaña - las carpas, que dicen en Sudamérica - y los colchones neumáticos han vuelto a ocupar los vestíbulos y los pasillos de algunos Centros para mantener día y noche el clamor que conduce a muchos estudiantes de las Universidades públicas a rechazar el proceso orientado a la configuración del Espacio Europeo de Educación Superior, más conocido como el Proceso de Bolonia. Rechazando sin matices la "salsa boloñesa" en cuyo adobo ha de insertarse el futuro universitario europeo, los estudiantes que dicen defender la Universidad pública se rebelan con energía frente a un modelo que, a su juicio, ha de suponer la desnaturalización- algunos afirman que la muerte - de esa Institución como servicio público.
En principio, yo no tengo tan claro que ello vaya a ser así, e incluso considero que hay demasiada simplificación en un tema que no puede despacharse a base de slogans más o menos ocurrentes. Pero es bueno saber hasta qué punto lo que constituye un plan abocado a la armonización del sistema universitario no encubre maniobras arteras que debilitan aspectos sustantivos de la Universidad pública en aras de objetivos de eficiencia que pudieran poner en riesgo esa condición de servicio público inherente a un sistema que se pretende más integrador que excluyente. Y ese temor existe desde el momento en que algunos gobiernos autónomos españoles - los de Madrid y Valencia - ya han dado prueba de los límites de su compromiso presupuestario con las Universidades públicas de sus territorios, mediante argumentos que rezuman confusión e invitan a pensar lo peor sobre sus intenciones.
Observo, sin embargo, un matiz nada baladí entre las acampadas de ayer y las de hoy. En los tiempos de la dictadura, quienes protestaban con sus tiendas instaladas se adscribían a las opciones de izquierda, y no tenían reparo alguno en admitirlo, aun sabiendo que eran ilegales. En nuestros días, y como se ve en el cartel, no hay color político que las motive: se trata simple y llanamente de estudiantes. Así se consideran a secas. Puede que la confluencia de afanes y defensa de objetivos comunes prime sobre la discrepancia ideológica. Eso significaría que algo se ha avanzado en la defensa colectiva de una Universidad que se siente amenazada. Aunque, la verdad, utilizar lo de "rojos" a estas alturas chirría un poco. ¿No les parece?
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Hola Fernando he venido a conocerte, es interesante que los alumnos se presenten como una opción fuera de la politica con intereses sanos eso me interesa ..... pero no puedo estar de acuerdo contigo en eso de que chirria lo de "rojos y blancos", no se si eres de pueblo o no.. pero si te pasas por los de Castilla, estas divisiones siguen estando intactas... rojos y azules, enfrentandos.... como siempre.......en casi todas las Alcaldias
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto.
Gracias, Estrella, por esta visita. Me refiero a que utilizar en estos momentos el término "rojos", que siempre se ha empleado en tono despectivo, no me parece bien. Claro que la división existe, como corresponde a toda realidad plural y contrastada. Pero en democracia, y mientras no se asesine, todas las opciones son aceptables, y que el pueblo opte por la que prefiera. Soy de Castilla también. Un abrazo
ResponderEliminarNo me atrevo a opinar. Sólo quiero saludarte, vamos decir buenos días.
ResponderEliminarLo de rojos todavía culea… hasta en la iglesia, cómo no en nuestros pueblos. Yo tengo el agravante de tener sangre nacional, de la que gritaba con odio y también con desconocimiento: ¡Rojo!
Pero en esas estamos. Un saludo cordial.
Esta bien reivindicar la memoria histórica para según que cosas, lo malo, es abusar de ello como de cualquier otra cosa, yo creo que ya está bien de izquierda y derechas como dardos envenenados, la ideal seria dejarnos ya de esas historias y mirar en una sola dirección... hacia delante. Si es cierto que estamos en una España moderna libre y democrática, que cada uno sea lo que quiera... pero sin mirar con menosprecio a los demás ni usar esos adjetivos como armas arrojadizas. Un abrazo..
ResponderEliminarLos estudiantes siempre han tenido que manifestarse o por unas cosas o por otras, pero es una fuerza joven y única, ójala consigan sus propositos, todos tenemos derechos y las igualdades siempre se han de sudar, al final poco o mucho quedan y tiene su recompensa. En este caso quiero pensar que se conseguirá, en el estudio no debería de haber desigualdad ni injusticias, pero como siempre pagamos los mismos. Un abrazo y buen fin de semana, didi.
ResponderEliminarLos estudiantes siempre se han manifestado, antes mucho más que ahora,lo del Plan Bolonia he oido de todos los colores y por falta de suficiente información no puedo decantarme por unos o por otros, el termino rojos me encanta, lo viví mucho en casa de pequeña, eramos republicanos de toda la vida y continuo en ello corregido y aumentado.
ResponderEliminarEl proceso de Bolonia es un cambio, y no sé si hacia mejor o pero, aunque la idea de ir enfocando todo hacia los "másters" (lo cual significa gastar más dinero) no me acaba de convencer.
ResponderEliminarPor otra parte, la amenaza más fuerte que existe es la tendencia privatizadora. Lo que hay que proteger es el carácter público de la universidad. A toda costa.
HOLA!PORQUE NO SE ESCUCHAN A LOS ESTUDIANTES..PORQUE OTROS INTERESES SE ANTEPONEN ALA EDUCACION,,,,
ResponderEliminarAQUI TAMBIEN LOS ESTUDIANTES LUCHAN POR SER ATENDIDOS ,TENIDOS EN CUENTA..GRACIAS POR EL POST.
CARIÑOS.
SILVIA CLOUD
Me alegro leer tu post. Veo que aún no te has ido a Guatemala. ¿Cuándo te vas? Lo de los estudiantes me parece muy bien de que se manifiesten, en Madrid deberían hacer lo mismo porque el poder político de derechas lo que quiere es aniquilar la educación para tenernos a todos más aborregados si cabe. No les interesa que haya gente pensante. Esa es la cruda realidad. Besotes, M.
ResponderEliminarMe encanta el eslogan.
ResponderEliminarUn abrazo.