8 de octubre de 2008

Mensajes en la calle: Cuando se trata de figurar, que no falte nadie


No importa que la obra sea buena, mala o regular. Que nadie se preocupe por su calidad o sus resultados. Si sirve, bien, y, si no, pues también, que para el caso no es eso precisamente lo que importa. El ciudadano paga y, aunque en teoría es el destinatario de la iniciativa llevada a cabo, que nadie le pida opinión o valoración, pues los cauces para ello son tan complicados como disuasorios.

Pues, ¿qué interesa entonces?, se preguntarán ustedes. Bien sencillo. Pura y simplemente figurar. Y a ser posible por los siglos de los siglos. Y cuantos más, mejor. Que los nombres de los próceres, desde el cabeza de serie, conocido personaje de la política española inasequible al desaliento, hasta el que pasa la pluma para firmar dejen constancia expresa de que algo tuvieron que ver con el hecho, a fin de que su familia, sus amigos y, sobre todo, él mismo se sientan complacidos cuando vean grabada sobre piedra su identidad. Que no falte nadie, no vaya a ser que alguien le eche de menos, pues no importa si alguien le echa de más.

Este comentario, que se pretende nota de humor en medio de la bruma que nos embarga, surge a propósito de esta placa que localicé en un aparcamiento del municipio de Viveiro, en la provincia de Lugo. Tras contemplar la hermosa perspectiva que se divisa desde el cabo de la Estaca de Bares, decidí dejar el auto bien recogido para recorrer una villa cuya visita merece realmente la pena. Deben conocerla, pues encierra un casco histórico de cierta relevancia, y además se come de maravilla, dulces incluidos. Pero nunca he visto en un simple aparcamiento nada parecido. Cosas veredes, que dijo Alonso Quijano. Cosas de la política y de la feria de las vanidades, que diría un servidor de ustedes.

6 comentarios:

  1. Que no se quede nadie fuera de la lápida, que nadie se olvide de los prohombres que crearon un trozo de suelo para dejar los coches. Igual su nombre no figura en los libros de historia, pero siempre quedará el aparcamiento.

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  2. No hay nada como ver el propio nombre escrito en una pared para sentirse importante.
    A lo mejor deberían cambiar de oficio, de políticos a artistas del graffiti.
    Saludos.

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  3. Había visto placas así en un hospital, museo,universidades pero nunca en un parking. A ver si cundirá el ejemplo. En Catalunya, como se enteren...
    Un abrazo

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  4. ¡Qué ridículo...! Besotes, M.

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  5. jejeje... Anda que ya les vale...

    Y seguro que después de descubrir la placa se dieron una mariscada. Esperemos que por lo menos pagaran el ticket del parking.

    Saludos.

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  6. ¡Qué malo eres! Pones en evidencia a los gallegos. De esos chismes está parcheada nuestra piel de toro, tú bien lo sabes.
    Estuve es Vivero una día de camping y dormí como un bébé, mecido por el mar. Aparqué mi coche, como tú, estuve en Estaca de Bares o de Vares, que dicen que se escribe de las dos maneras, disfruté de paisajes en buena compañía, no me fijé en la tal placa, ni falta que me hacía, y de despedí de Galicia como mucha moriña.
    Próceres también los hay también en mi ciudad, si engordan con eso, que les aproveche.
    Un saludo cordial, Fernando.

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