Enterado del fallecimiento de Miguel Angel Manzano, quiero sumarme al homenaje sentido y sincero que muchos compañeros de la blogosfera le han brindado como recuerdo a un amigo vitual que sorprendentemente se ha ido para siempre. He sabido de su nombre cuando alguien lo ha señalado en la nota que en su blog daba la noticia de la muerte. Todavía no he logrado reaccionar porque nunca he tenido la sensación que tengo en estos momentos ante un suceso así. Lo he sentido de veras, aunque no le conocía y jamás le habia visto. Ni siquiera sabia su nombre real. Hasta hoy.
Era simplemente Manzacosas, el bloguero que discretamente entraba en la red para escribir las "cosas de Manzano". En los dos últimos meses he mantenido con él una relación cibernética muy entretenida e ilustrativa a la par. Hemos discutido sobre la guerra de la independencia, sobre los coches que invaden la plaza mayor de Lerma, sobre los líderes de la política española, sobre el cambio climático, sobre Burgos. Cuando hace unos días comenté en este blog que iba a presentar en esa ciudad, que es la suya y la mia, el libro publicado por Ambito sobre la correspondencia de Napoleón Bonaparte, me indicó que haria lo posible por asistir a la presentación. Lo busqué con la mirada, intenté hacerme con su rostro, pero no le ví, porque no estaba. A los dos dias me envio un correo electrónico excusándose porque no se encontraba bien. "Tranquilo, Manza, le dije, recupérate y cuando regrese a Burgos nos damos una vuelta por Fuentes Blancas, que sé que te gusta". "No creas, me contestó, salgo poco de casa". Ahi quedó todo. Hasta hoy.
La muerte de un compañero del ciberespacio que se va. Todo virtual, etéreo, todo imaginativo, falto de realidad, más allá del mensaje escrito y con paternidad reconocida, aunque en su caso simulado bajo el sutil juego de palabras. Las cosas de Manzano. Virtual, sí, pero al final, cuando la muerte se impone y cierra una relación, aunque sea lábil, uno lo siente de veras, como si conociera a su interlocutor de hecho y la confianza no se viera entorpecida por la frialdad aparente de las palabras y las ideas que en la distrancia se cuelgan en la red. Basta la complicidad que aporta el mensaje compartido para que el sentimiento aflore como si de una realidad tangible se tratase, como algo firme que prevalece sobre la ficción.
Ha fallecido Miguel Angel Manzano, el hombre de Burgos que defendía una Facultad de Medicina para esa ciudad, y que se dejaba oir y leer en las páginas de la prensa local. Sabía que era una solicitud incomprendida. Pero seguia en la brecha, como buen burgalés. Tenaz hasta el final, aun a sabiendas de la quimera en que estaba empeñado. No he conseguido conocerle físicamente, aunque le intuyo como una persona seria, sensata, con sentido del humor y defensor de las buenas causas, lo que hacia con esa ironía y ese gracejo que tanto echaremos de menos.
No le conocía Fernando pero siempre siento la muerte de alguien, que descanse en paz.
ResponderEliminarEl mundo del ciberespacio es extraño, consideramos tan cercanos a seres que ni siquiera conocemos físicamente. La brecha entre lo real y lo virtual no existe aquí. Eso ayudará a que no se olvide a Manzacosas.
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ResponderEliminarHe pasado un día y medio velando a Manzano. La familia es reducida y además extraña! He visto pasar a los muy amigos de Manza, llorando como niños, no he podido consolarlos.
ResponderEliminarHe deambulado durante día y medio en una sala grande, sin saber donde meterme y ahora entro en vuestros blogs y en cierta manera encuentro un poco de alivio. Gracias.
Manza nunca tiró la toalla, para nada, estaba lleno de ilusiones, él estaba muy bien... Pero el corazoncito no le aguantó.
Un saludo
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ResponderEliminarEn la red se crean lazos dificilmente explicables entre personas, aunque no por ello menos importantes, en realidad creo que muchas veces sin mas importantes, por que eres capaz de "abrirte" mas a las personas, imagino que es por que al no tener a nadie delante es como una confesión con uno mismo, así que lamento profundamente la perdida de tu amigo y paisano mio también, un abrazo Fernando, y otro para "Manzacosas" donde quiera que esté.
ResponderEliminarLa perdida de alguien siempre es difícil, no le conocía pero lo siento mucho. Un abrazo y ánimo amigo. Mi más sentido pésame para todos los que lo conocíais y la familia.
ResponderEliminarAhora, la Red tiene un eslabón menos y nosotros... una herida más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Apenas tuve relación bloguera con él y es curioso que después de su muerte y haberla sentido como la de alguien a quien conocía (leía sus comentarios en otros blogs), siento también no haberme implicado más en su blog y en sus comentarios.
ResponderEliminarLa sofisticación de las nuevas tecnología llega a implicar al corazón y nunca pensé que pudiera llegar a tanto.
Bonito homenaje al Manza. Estará contento.
Un besote.
Yo le conocía poco, pero me parecía un hombre con las ideas muy claras y con ganas de seguir escribiendo como debió hacerlo durante muchos años. Lamento su pérdida.
ResponderEliminarHola Fernando.
ResponderEliminarNoticia terrible para todos aquellos que le conocían. Mi apoyo a toda su familia y amistades. Hechos como éste nos demuestran la capacidad que tenemos los seres humanos de establecer vínculos afectivos, aunque sea mediante el único contacto de la palabra escrita.
Un abrazo.
Gracias Fernando por tus bellas palabras sobre nuestro querido Manza. Le voy a echar mucho de menos. Por cierto que yo le escribí sobre ti diciéndole que tenía que leer tus comentarios en mi blog que eran lo mejorcito del mismo. Espero conocerte en la OLLA. Besotes, M.
ResponderEliminarDe vez en cuando le leía. Ahora, con vuestros elogiosos comentarios, me entran ganas de leer su blog de cabo a rabo. Y lo haré aunque Manza no pueda verlo o tal vez sí ¿quién sabe?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Fernando, es extraño la confidencialidad, sentimientos, sinceridad...que puedes encontrar con personas que no conoces de nada pero sin embargo parecen darlo todo con las palabras, es nuestra justa realidad, conocernos de esta forma, son medidas abstractas que juegan un papel, que no deja de ser tan importante como puede serlo, la amistad que toma un café contigo. Yo nunca diría que el blog podría aportarme tanto, encariñarme de tantas personas, que conozco colgadas del aire, necesito leeros, saber que contáis, echo de menos al blog que descansa, si... sentimientos muy importantes que no te los imaginabas. Un abrazo y hermoso homenaje, didi.
ResponderEliminarGracias por las palabras que dedicas a uno de nuestros compañeros de la Burgosfera 2.0 (http://burgosfera.googlepages.com/), la plataforma que nos aúna a todos los blogs relacionados con Burgos. Aunque Manzacosas no fue uno de los socios fundadores -fuimos 7 y ahora ya somos 64-, fue alguien que nos alentó desde su incorporación con sus palabras y sus comentarios. Desde nuestros blogs saltó al ciberespacio, del que en principio desconfiaba para convertirse en uno de sus defensores más firmes.
ResponderEliminarGracias, por lo tanto, en nombre de todos los compañeros.