23 de julio de 2008

Recordemos la dimensión poética de Aimé Césaire

Cuando falleció a mediados de Abril de 2008, dediqué a Aimé Césaire una entrada en este blog, con el fin de dar a conocer la personalidad y la importancia histórica de un personaje singular en la política y en la literatura del siglo XX, a quien descubrí hace años en los trabajos relacionados con la independencia de los paises africanos y la emergencia de la idea de la "negritud", representada por el dirigente senegalés Léopold Sédar Senghor.
Soy modesto admirador de la cultura africana y siempre me ha interesado la figura de Césaire, nacido en la isla caribeña de La Martinica y durante casi medio
siglo admirado y reconocido alcalde de su capital, Fort-de- France. Traigo de nuevo el recuerdo de este valioso político y escritor tras haber leido buena parte de su Antología poética, que recientemente he adquirido en la Librería del Musée du Quai Branly de Paris, un magnífico espacio dedicado al encuentro intercultural, y cuya visita les recomiendo encarecidamente. No duden en visitarlo si se acercan por la capital de Francia. Cualquier cosa menos toparse con Sarkozy y sus prepotencias.

De esa obra, editada por Sepia (1995), selecciono este breve poema, que Césaire, el "negro fundamental", como le llamó André Bréton, dedica a Senghor, como personificación de la realidad africana. Y es que durante toda su vida trató de identificar su condición caribeña con la dimensión y solidez de sus raices africanas. Dice así (la traducción es mía):

Mi tierra es buena,
tu voz también es buena
con esta calma que da
la salida del sol.
Tierra, fragua y silo. Tierra que muestra nuestros caminos.
Está aquí.
Que una verdad emerja
ocultando los oropeles de un viejo brillo cruel
Mirad:
África no es sólo ya,
en el diamante de su desgracia,
un negro corazón que se rompe.
Nuestra África es una mano fuera de la canasta,
es una mano recta, con la palma por delante
y los dedos bien apretados.
Es una mano tumefacta,
una herida-mano-abierta,
tendida.
Oscuras, amarillas, blancas,
todas las manos,
todas las manos heridas del mundo.

9 comentarios:

  1. qué hermoso

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  2. Deberíamos tener más accesibilidad a la cultura africana, pero ¿cuántos libros de escritores de ese continente hay en las librerías españolas? De egipcios, marroquíes y demás habitantes del mediterráneo sí, pero ¿dónde están los subsaharianos?
    ¡Precioso el museo que has visitado! Yo pasé por la puerta dos días antes de su inauguración.

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  3. Es cierto cuanta barbarie cometida desde siempre.
    En casa de mi abuela paterna vivio Galileo asi se llamaba, pero era hijo de esclavos no recordaba su AFRICA. Era parte de nosotros de la familia, no quisi la libertad, se quedo cuidando a mi abuela y su prole.
    Siendo libre prefirio el hogar donde estaba, nunca lo vi diferente en color, era toda ternura, su alma era mejor de la de muchos otros.
    Perdón por el recuerdo.
    Pero que horrible ha de ser seberse arrancado de sus raices, explotado y tratado por menos, simplemente por el color de piel.
    Acá se vivio en Perú, arrasando una sin igual civilización.
    Cuantos errores que ahora se nos vienen encima como viejas sombras de injusticias cometidas.
    Gracias a ti he conocido a alguien más.
    Cariños

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  4. No conocía a este poeta ni, lógicamente, el poema que publicas.
    Cecilia: si tuvíeramos más accesibilidad a la cultura africana, leeríamos más literatura africana?

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  5. ¡Precioso el poema! No conozco mucho de la cultura africana pero cuando vaya a Paris, pasaré por la libreria que recomiendas. Como dijo Gore Vidal, los blancos tenemos cerebro, los negros corazón. Besotes, M.

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  6. Léon Damas, Senghor y Césaire entre otros, consiguieron que por encima de su lugar de nacimiento, los negros se sintieran orgullosos de si mismos por su color, el elemento diferenciador que siempre había jugado en su contra, colocando la emoción como el eje definitorio de la "negritud".
    En el plano literario han creado una corriente positiva que se prolonga en magníficos herederos como Soyinka, lástima que en el plano político la negritud, como casi todos los ideales que buscan un mundo mejor, haya terminado degenerando en corruptos tiranos que explotan a sus pueblos igual que lo hicieron anteriormente las potencias coloniales que nunca desaparecieron del todo.

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  7. Fernando, ¡ la eterna Africa siempre olvidada!.Gracias por acercarnos a este autor que siente y puede gritar en favor de la negritud, tan humillada como olvidada como si tuvieran que pagar un purgatorio por haber nacido allí. Me duele a mí también, el abandono que manifiestan esos gobiernos corruptos por sus países y que sólo les interesa estar al servicio de sus intereses particulares. Gracias por sacudirnos la siesta estival de la realidad. Que pases un buen verano donde quiera que estés.Un abrazo.Angela

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  8. ANONIMO. Sí, es un poema hermoso y expresivo a la vez

    CECILIA. En efecto, poca difusión tiene la literatura africana en nuestras liberías. Tampoco se la presta mucha atención en los suplementos culturales que merecen la pena. No dejes de visitar el Museo, te encantará

    ABUELA CIBER. Bonita e interesante historia la que cuentas. Toda América está impregnada de experiencias parecidas. Es impresionante la importancia que ha tenido Africa en la identidad cultural americana.

    ENRIC, caminante, figura. Respondo a tu pregunta afimativamente. Cuando nos han llegado autores africanos (Soyinka, Gardimer, Malhouf...) los hemos seguido con interés. No puede ser otra literatura más que fuertemente apegada a una realidad abrumadora. Y, por cierto, ¿cuándo nos vas a contar tu peripecia en Egipto?

    MERCHE. No olvides, Merche, que los negros también tienen cerebro y lo han utilizado cuando han podido. También tienen un gran corazón, aunque algunos - Idi Amin, Charles Taylor, por ejemplo - lo han ofendido y degenerado. A una persona tan sensible como tú la visita al Quai Branly la entusiasmará. Un fuerte abrazo

    AMADOR. Totalmente de acuerdo con tu magnífica reflexión. Acertada como siempre. La corrupción y la frustración histórica, que tan bien describiera Kapucinski, han dejado ese continente en la miseria más espantosa.

    ANGELA. Me alegra verte, pues entro en tu blog y estás de vacaciones. Me parece muy certera tu opinión. La historia de Africa es la historia de una brutal frustración histórica, derivada de un legado colonial miserable. De eso ya hablaremos cuando llegue el frío. Disfruta del verano y, si estás en Asturias, con mayor motivo. Un fuerte abrazo

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  9. Fernando, por supuesto que tambien tienen cerebro no quise decir que sólo los blancos lo tenemos, pero, lo que quiso decir Gore Vidal es que tienen más corazón que nosotros, los "blancos", no que no tuvieran cerebro... y, es verdad, he conocido a muchos negros con un corazón (y cerebro) de oro. Besotes, M.

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