19 de septiembre de 2008

Paréntesis privilegiados

¿A quién no le gustaría que en determinados momentos de su vida se abriera un paréntesis, una interrupción, un lapso de tiempo, en el que poder aliviar tensiones, recuperar fuerzas y poner en orden las ideas para seguir adelante?. Me gusta esa teoría de los “paréntesis” a merced del usuario o, mejor dicho, del que no le necesita. Reivindiquemos, pues, los paréntesis a la carta, que a todos nos vendrían de perillas.


Es una idea genial, pero me temo que nada fácil. Cuando una persona, sin otros rasgos y cualidades que los que derivan de lo que realmente es y vale, se enfrenta a una situación crítica, difícilmente puede postergar a voluntad la solución de su problema. Éste se le viene inevitablemente encima y tiene que resolverlo sin dilación, le cueste lo que le cueste, sueño, dinero y salud. Cuando una familia o un individuo, sin más recursos que los propios, contraen una hipoteca o una deuda saben a ciencia cierta, sin que nadie se lo diga, que se abre ante sí una larguísima caminata, que condicionará enormemente la etapa más fecunda de sus vidas. Sumisos, se ligarán a ella como un adhesivo que, mes a mes, les impondrá una obligación inexorable, pues bien saben lo que les ocurriría si incumplen el compromiso que pesa sobre ellos como una losa. No hay paréntesis que valgan. Tampoco los podrán solicitar a nadie, ya que nadie les escuchará. Solo ante el riesgo, quien en esta situación se encuentra deviene en sí mismo un riesgo.

Nadie se atreve, pues, a reclamar paréntesis en una vida convencional y azarosa, donde a menudo serían tan necesarios como bien recibidos. Sólo unos pocos, los menos, gozan, en cambio, de ese privilegio, y lo saben ejercer, porque saben que son oidos. No se recatan en ponerlo en evidencia, sin preocuparse por el sonrojo que pudieran provocar en quien no lo tiene. Ningún rubor ha tenido, en efecto, el Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Sr. Diaz Ferrán, para plantear que, por un momento, aunque sin precisar con qué duración, los principios de la economía de mercado se interrumpan, queden invalidados y sustituidos por el intervencionismo y la transferencia de recursos públicos en su ayuda, medidas tan denostadas cuando las vacas son gordas y los beneficios pingües. Nada se dice de lo que se hizo con el lucro acumulado y que se mantiene a buen recaudo, como los tiburones que mandaban en Lehmann Brothers o en AIG han indicado sin pelos en la lengua. Que les quiten lo bailao a estos desaprensivos del dinero fácil y a espuertas.

Esos ingresos son suyos porque se los han ganado con prácticas escandalosamente toleradas en un marco de desregulación indecente. Ni un centavo irá parar a las arcas de la solidaridad cuando el empleo se desvanece. A lo sumo, la crisis del trabajo se utiliza como argumento para justificar el paréntesis intervencionista. Pero, ojo, un paréntesis no más: cuando, merced a la pasta de todos, las cosas se recompongan, sacaremos de nuevo del armario a un manipulado Adam Smith para que, en aras de la libertad sacrosanta, volvamos a las andadas como si no hubiera pasado nada.

Y yo me pregunto: en estos casos, ¿más que un paréntesis no estaría mejor un punto y aparte?.

11 comentarios:

  1. ¿Quién hubiera podido predecir una frase como esa en el presidente de la patronal?
    Abrazos,
    Diego

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  2. Pues sí Fernando, hay personas com paréntesis y la gran mayoría nos tenemos que tragar el fiasco te venga por donde venga.

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  3. Esto es una vergüenza, un escándalo que será muy difícil de olvidar. Lo bueno es los meoliberales tendrán que callarse ante el papel del Estado que propugnan los socialistas.

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  4. Javier, yo siempre he creído que las crisis se crean para luego volver a especular...Totalmente de acuerdo con tu post, pero desgraciadamente nosotros no podemos remediarlo.Que pases un estupendo fin de semana

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  5. Fernando,perdona por haber cambiado tu nombre. Un saludo Angela

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  6. Sí un punto y aparte sería lo suyo, tambien obligar a todos los que han robado de las arcas del estado a devolver hasta el último penique, no quedarse como rositas como lo están haciendo ahora--mucha carcel y todo lo que quieras--pero el dinero lo tienen a buen recaudo en paraisos fiscales. Indignante. Besotes, M.

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  7. Cambian los hemiferios, los paralelos, pero los hombres on iguales en todos lados!!!!
    Es un placer leerte, y yo me lo doy.
    Cariños

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  8. Acá es donde realmente se demuestra que la famosa "mano invisible" de Smith, tan trillada por el neoliberalismo que juraba que regularía el mercado, no solo es invisible sino inservible, pues contra toda doctrina capitalista, se hace necesario el intervencionismo estatal.

    Con esto se destruyen los pilares de las economias de mercado que solo han favorecido al grupo que, como bien dice don Fernando, tiene la teoría de los paréntesis siempre a su favor.

    Saludos cordiales don Fernando.

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  9. ellos pueden hacer un paréntesis y vivir de lo robado, pero tantos cientos de miles de jovenes, hipotecados hasta la vejez por tener lo que dice la constitución que es un derecho( es decir, una vivienda digna), solo podrán poner punto y final el dia que la palmen, y sus hijos seguiran pagando la hipoteca. Es una verguenza que ahora pidan soluciones. Muy buena tu entrada. Un beso

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  10. Totalmente de acuerdo contigo solo una discrepancia, si podemos hacer algo, individualmente y colectivamente. Somos muchos los afectados por la crisis economica pero no veo movimiento ciudadano, no veo asociaciones de parados o embargados. Todos juntos cambiariamos las cosas, estoy segura.

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  11. Mientras que se quiera tener y ser mas que el de al lado, pero sin importar el medio, los demas tendremos pocas oportunidades de parentesis, el mundo parece ser egoista como regla, y admirables las excepciones

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