Patricia França nos informó hace unos días en su magnífica ventana bloguera de la manifestación, convocada este domingo 18 de Mayo en Santiago de Compostela, por la Mesa pola Normalización Lingüística en defensa del desarrollo del gallego y de su reconocimiento como parte de la lusofonía, es decir, de ese espacio culturalmente integrado por la lengua portuguesa. La manifestación se ha celebrado con normalidad y la asistencia a ella no ha sido desdeñable. Más de 8.000 personas, según la policía, y 25.000, a juicio de los organizadores, recorrieron en tono festivo las calles de Santiago, desde la Alameda hasta la Plaza de A Quintana arropando el lema "'Polo dereito a vivirmos en galego".
Sé que éste es un tema muy debatido en Galicia. Así que poco más tengo yo que decir, salvo destacar lo establecido en los Arts. 5 y 27.20 del Estatuto de Autonomía, que garantizan el fortalecimiento de la lengua gallega. En todo caso, que hablen los lingüistas, que los políticos asuman el alcance y significado de la iniciativa, que todos comprendan el sentido y la conveniencia de una conexión lógica, en la que no hay - ni debiera haber- amenazas o recelos para nadie y por parte de nadie. Pero, si de lo que se trata es de fortalecer las relaciones entre las lenguas de Galicia y Portugal, no cabe duda de los estrechos vínculos que históricamente han unido a ambos territorios, por lo que sólo cabe defender que nos sigan aportando experiencias y resultados que evidencien lo mucho que representa el mensaje trasmitido desde la bellísima lengua de Camoëns, Pessoa, Saramago o Torga, del mismo modo que nos adviertan de que jamás podremos pasar por alto el valor de las obras de Castelao, Cunqueiro, Rosalía o Manuel Rivas. Un patrimonio inmenso para todos.
Y todos nos sentiremos siempre enriquecidos con todo lo que nos venga del Oeste, de las tierras que han mirado históricamente al Atlántico y que hoy dirigen el otro de sus ojos hacia Europa en una complementariedad de enfoques y miradas que les procura admirable personalidad. Vivo cerca de Portugal, tengo excelentes amigos portugueses y disfruto cuando visito ese país, como también me encuentro a gusto divisando el océano desde Finisterre, desde Camariñas o desde la Estaca de Bares. En Tras-os-Montes tomé hace años esta fotografía, que dedico a todos los amantes del ámbito galaico-portugués.
Yo tambien soy una "fan" de la cultura galaíco-portuguesa. Me apasionan las escrituras de Eça de Queiroz, de Camoëns, de Saramago y de tantos otros grandes literatos portugueses. De los gallegos, la siempre inolvidable Rosalía de Castro y la Pardo Bazán, al igual que los modernos como Torrente Ballester o los jovenes Suso de Toro y Manuel Rivas. Unas literaturas hermanas que sirven para agrandecer la cultura de nuestra península ibérica. Besotes, M.
ResponderEliminarMagnífico Portugal, una tierra acogedora, de paisajes que son un deleite, y de gentes que tienen tanto en común con nosotros. Suerte tenemos de que esté tan cerca de nosotros.
ResponderEliminarYo que tengo raíces españolas, siempre conservo el deseo de conocer Portugal. Tal vez sea por la cercanía del Brasil, país que conozco y amo. El asunto es que cuando oí hablar por primera vez en gallego, me gustó mucho, por encontrar parecidos y diferentes con el portugués. Algunas incógnitas que tenía sobre el tema me las aclarastes vos Fernando!
ResponderEliminarMuchas gracias