20 de mayo de 2008

¿A quién quiere engañar quien en sí mismo es un fraude permanente?

¿Qué ha sido del acuerdo de Annapolis, lanzado a bombo y platillo el 27 de Noviembre de 2007 por George W. Bush, comprometiéndose de forma grandilocuente a la creación de un Estado palestino en 2008?. A pocos meses de terminar su mandato, el responsable de la mayor catástrofe internacional en estos comienzos del siglo XXI, el individuo que ha sido incapaz de reaccionar con inteligencia y sensatez ante ninguna de las grandes crisis que se le han presentado a lo largo de su mandato, el que mintió obscenamente para justificar una guerra que habia decidido unilateralmente y al margen de la legalidad internacional, el inculto personaje que afirmaba que la mejor manera de evitar los incendios era eliminar los árboles, el que sin duda habrá de ser considerado como el peor presidente de la historia de Estados Unidos acaba de estar en Israel conmemorando el 60 aniversario del Estado hebreo. Poderoso, pero siniestro, compañero de viaje.

Ni una palabra sobre el compromiso contraido en Annapolis, ninguna referencia a la causa palestina, ningún gesto que mostrase en su último viaje a Oriente Medio su sensibilidad por lo que sucede en la zona. Ninguna alusión al proceso de paz. Después se ha dado una vuelta por Egipto, donde sin ningun rubor y decencia ha tratado de embaucar una vez más a quienes han acudido a oirle, causando el sonrojo y la vergüenza de las cancillerías árabes, que, por lo que se dice en la prensa, no han ahorrado comentarios que van desde la indiferencia hasta la burla hacia quien ha pretendido, mostrando una vez más su ignorancia y desprecio por la realidad, dar lecciones de lo que hay que hacer, carente ya de credibilidad y del más mínimo prestigio.

Que nadie se llame a engaño, pues Bush ya no engaña a nadie. El mismo ha sido y es un absoluto fraude. Para su pueblo y para el mundo. Que desaparezca cuanto antes, para bien de ambos, de la escena internacional y se refugie en su rancho de no sé dónde a cortar árboles y comer galletas.

5 comentarios:

  1. Y a jugar al golf. Leiste que iba a dejar de jugarlo por respeto a sus soldados? Qué hipocresía...
    Un abrazo

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  2. ¿Respeto?
    Ese señor no conoce esa palabra.
    Yo no me resisto a recordar a otro personaje, íntimo amigo de Bush, que decía hace no demasiado que las cosas en Iraq están mucho mejor.
    Que mala época hemos tenido de políticos.

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  3. MARCELO. Dudo que este personaje esté a la altura de lo que exige el golf. Dada su actitud pendenciera, aconsejaría a quienes estén cerca de él en ese momento, que se alejaran raudos porque el uso del palo por esa mente agresiva puede ser terrible. Un abrazo

    J. SANZ. Ese otro personaje que mencionas se sumerge más, cada dia que pasa, en su propia caricatura. Nada de lo que dice tiene sentido y espero que muy pronto cada vez importe a menos gente. Por lo que a mi respecta, todo lo que hace o dice lo multiplico por cero. Un abrazo

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  4. Bush es un impresentable. Ha sido lo peor que les ha podido pasar a los americanos y a nosotros. De hecho cuando el famoso 11-Sept. el primer pensamiento que se me cruzó por la mente cuando vi las torres ardiendo es que el gobierno de Bush estaba detrás. De hecho esa catástrofe le vino muy bien para luego atacar Afganistán e Irak y, por supuesto, no atrapar a Bin Laden (que, seguro, estaría en el ajo de "comer el coco" a los kamikazes). Besotes, M.

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  5. Totalmente de acuerdo Fernando. Te quería avisar que elpaseo por San Telmo continúa!
    Un abrazo

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