Las relaciones entre el individuo y la televisión nunca son simétricas. Ya sea por la actitud deliberamente sumisa que adopta quien se sienta frente a la pantalla, ya porque lo que ésta transmite domina la escena, lo cierto es que la voluntad de la persona suele quedar muy pronto domeñada por las imágenes percibidas como un punto de atención que se mantiene pasivamente, a veces sin tener conciencia de ello, más o menos prolongado en el tiempo. Y he aquí, por tanto, el problema: el tiempo consumido inutilmente jamás será recuperado. Es un capital que se pierde, aunque la dimensión de la pérdida sea correlativa con la utilidad y el provecho que se haya obtenido durante ese contacto con el medio que nos entretiene y absorbe. De ahí que una de dos: o valoramos convenientemente nuestro tiempo, haciendo uso sólo de aquellos mensajes de la televisión que nos resultan enriquecedores en las diversas acepciones que se quiera dar al término, o lo dedicamos a lo que siempre nos va a resultar más satisfactorio. A la lectura, a la escritura, al ejercicio físico, al paseo, al disfrute de los paisajes, a la escucha de un buen concierto o al encuentro con los demás a través de la conversación.
(Viñeta de Pepe Medina)
Desde que he descubierto esta maravilla de los blogs, ya no veo la tele. Solamente grabo dos novelas que me encantan: "Amar en Tiempos Revueltos" y "La Señora" y las veo a mi ritmo. Besotes, M.
ResponderEliminarMe ocurre lo mismo que a Merche. No es que la mirara mucho, pero sí luego de cenar. Ahora salvo algun partido de futbol, le dedico más tiempo a los blogs. Para loslibros siempre he tenido tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo voy a romper una lanza, pero muy pequeña, hacia una pequeña parte de la telt: las series.
ResponderEliminarSon todas muy malas, pero cuando alguna consigue ser lo suficientemente buena, puede considerarse un ejemplo de nueva narrativa, como una novela visual.
Estoy contigo, merche, los blogs son mucho más interesantes.
Hay series buenas, documentales (no me refiero a los animalitos de la 2) que son interesantes, que te hacen pensar. Y películas que merecen la pena. Pero más de una hora, u hora y media frente al televisor es malísimo para las articulaciones
ResponderEliminarYa sabemos que saber elegir lo que vemos es primordial, pero de verdad se puede elegir??
ResponderEliminarUn saludo.