17 de mayo de 2008

Malos tiempos para la defensa y la protección del medio ambiente

Mucho me temo que la sinceridad de la que alardean algunos dirigentes cuando muestran su preocupación por el "cambio climático" o por las múltiples manifestaciones del deterioro medioambiental pierde fuerza cuando de pasar a la acción se trata. Ha ocurrido en España donde, a raiz del último cambio de gobierno, ha sido suprimido el Ministerio de Medio Ambiente , cuyas competencias aparecen incursas en una amalgama, que, aparte de sus incorrecciones semánticas (Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, se llama ahora) hace temer, como ya se está viendo, por su efectividad y por sus resultados en esta delicada materia. La remodelación ha traido consigo además, y como era previsible, el cese de Cristina Narbona, mujer rigurosa, decidida y magnífica conocedora de los riesgos ecológicos que afectan a España, a la par que reconocida adversaria de los que la consideraban una ministra a abatir. Como representante de nuestro país en la OCDE, el campo de acción de Narbona se sitúa ya casi en los antípodas del objetivo que ha guiado su vida y sus competencias durante la mayor parte de su vida. Cuanto más lejos, mejor.

Pues bien, hace unos días en Brasil ha abandonado el gobierno Marina Silva, emblemática defensora de la Amazonia, estrecha colaboradora de Chico Mendes, y que ha justificado su renuncia ante "las dificultades que enfrenta desde hace tiempo para poner en marcha el plan medioambiental federal". Todo parece indicar que ha perdido definitivamente su batalla como ferviente defensora de la conservación de la riqueza ambiental amazónica frente a Dilma Rousseff, de la confianza plena de Lula, cuyas proclamas a favor de la concesión de licencias para la explotación intensiva de la región y la difusión de cultivos transgénicos es harto conocida, tanto como el programa de infraestructuras de extraordinario impacto ambiental que ello ha de traer consigo. Como ha sucedido en España, las tensiones entre Silva con el Ministerio de Agricultura y varios gobernadores se han resuelto finalmente a favor de los planes e intereses de estos últimos. La denuncia que la ya ex-ministra brasileña de Medio Ambiente ha hecho recientemente sobre la tala de cerca de 7.000 kilómetros cuadrados de selva en la segunda mitad de 2007 la ha acabado poniendo en el punto de mira de quienes finalmente han conseguido que se marchara. En resumen, pues, la prestigiosa luchadora por la defensa del Medio Ambiente, nacida en el corazón de la Amazonia (en Acre) y colaboradora de Chico Mendes, se ha visto obligada a tirar la toalla. Corren, en efecto, malos tiempos para sensibilidades en las que los que nos gobiernan ya no creen tanto como presumen. A la hora de la verdad, su fraseología medioambientalista se convierte en mero fuego de artificio.
(Arriba: explotación maderera en el Estado de Pará. A la derecha: Marina Silva)

6 comentarios:

  1. En efecto, querido Fernando, los tiempos no son buenos para los que, verdaderamente, quieren transformar el mundo. Todo está a favor de los grandes intereses económicos de las multinacionales, sean madereras, de alimentación o petrolíferas. Una vergüenza. Besotes, M.

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  2. Hola. Es la primera vez que entro en su blog, y me parece muy interesante.
    A mi me gustaría llamar la atención sobre el anuncio de Repsol en televisión. Segúramente ya lo han visto.
    Es largo, y al principio, suena maravilloso, con sus alegatos a las hazañas humanas. Las últimas frases son geniales. "si creamos tantas cosas geniales, como no vamos a ser capaces de conservar el lugar en el que vivimos(la tierra)".
    Todo se estropea cuando se descubre que es una petroquímica quien se promociona. Pierde toda la credibilidad sobre la concienciación medioambiental.
    Por eso yo creo que los gobiernos están bastante aprisionados por las grandes empresas, y por ello es dificil que triunfe gente con verdadero interés por preservar la naturaleza.
    Estoy totalmente de acuerdo en ello con Merche Pallarés.
    Un saludo.

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  3. Los políticos, con alguna honrosa excepción, suelen ser hipócritas. Ahora está "de moda" el cambio climático pero, en realidad lo que priman son los intereses económicos. Si se dieran cuenta que el pan para hoy suele ser hambre para mañana...
    UN saludo.

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  4. Esto es como lo de los coches: ¿Quién se atreve a imponer restricciones de tráfico, a gravar el uso de los coches en las ciudades, a fomentar el transporte público cuando están enfrente las empresas del sector acosando a gobiernos y autoridades porque tienen que vender, vender, vender?
    El cambio climático son dos palabras que están en bocas políticas constantemente, pero a la hora de actuar ¿qué hacen? ¿Fomentan energías alternativas?
    Lo tienen crudo nuestros sucesores.

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  5. J.SANZ. Gracias por tus palabras, muy amables. He entrado en tus blogs y me han parecido muy interesantes: en PARADOXA he dejado un comentario sobre uno de los post, que nos ilustran sobre las mentalidades aún pululantes en nuestro país. No he visto el anuncio de REPSOL en televisión. Veo poco la televisión y cuando me amenaza la publicidad miro por la ventana o me pongo a leer lo que tengo por delante. No soporto la publicidad en ese medio, pero trataré de echar un vistazo. Lo que sí sé de REPSOL es que ha obtenido 3.100 millones de euros de beneficio en 2007 y que en su Junta de Accionistas hubo una intervención muy relevante de Intermón Oxfam, que les puso contra las cuerdas. Habilmente, Brufau, el presidente de la Compañía, se puso de acuerdo con la interpelación y se sumó a la pancarta, diciendo que en adelante se van a enterar de lo que es un ecologista comm'il faut y no un "ecologeta" como otros empresarios han llamado insistentemente a Cristina Narbona y su equipo. Eso es lo que sé. Cuando sepa más, te daré mi opinión, aunque intuyo por donde van las cosas, en las que no estás muy descaminado. Un cordial saludo

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  6. MERCHE, ANTONIA, CECILIA: totalmente de acuerdo con vuestras apreciaciones. Nunca se les ha llenado tanto la boca con lo del cambio climático y nunca ha habido tanta tolerancia por dejar hacer cuando de actividades lesivas para el equilibrio de la atmósfera se trata. ¿Predicar y dar trigo? Hasta ahí podríamos llegar, proclaman mientras se dan abrazos a tutiplén y negocian con las petroleras o las grandes madereras.

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