(Viñeta de El Roto. Publicada en El Pais. Madrid)
19 de junio de 2008
Viñetas que invitan a pensar: una serpiente insaciable que todo lo devora
Cuando la evidencia de lo grave no admite discusión y quienes tienen la responsabilidad de examinarlo y evitarlo no encuentran en ello nada raro, una de tres: o el responsable es un irresponsable o es un idiota o deliberadamente mira para otro lado porque algo le va en ello. ¿A partes iguales? Ni hablar. Que cada cual se incline por una de estas actitudes, pero equivalentes, en absoluto. ¡Qué no, que no quiero verla, que no hay medidas que lo eviten”, algo parecido es lo que a menudo hemos oído de quienes tienen el deber de velar por la defensa de lo público, parafraseando el famoso verso de Federico García Lorca, referido también a una situación trágica e irreversible (la muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías).
Pues trágico, e irreversible en cuanto a los impactos que ha provocado, es también el espectáculo al que estamos asistiendo en España, donde, como si de una interminable fila de fichas de dominó adosadas se tratara, caen las piezas, arrastrándose unas a otras, para desconcierto e indignación del ciudadano común, hipotecado hasta las cejas, que ve desvanecerse su confianza en la ley y en el poder encargado de aplicarlo. La corrupción urbanística es un cáncer, que desde hace tiempo se ha apoderado del tejido territorial español, campeando a sus anchas, favoreciendo enriquecimientos espectaculares y, lo que también es muy grave, corrompiendo las estructuras de poder que, legitimadas por el voto popular, hacen caso omiso de su compromiso público para decantar sus ansias de lucro y sus decisiones en pos del beneficio privado y en el plazo de tiempo más corto posible.
Lo ocurrido en la ciudad andaluza de Estepona, en la provincia de Málaga, donde casi toda una corporación municipal con su alcalde al frente (que no ha mucho presumía de honradez a carta cabal) está imputada en un delito de corrupción urbanística monumental, es un episodio más de una inmensa serpiente voraz que ha engullido voluntades, destrozado el paisaje, deslegitimado al poder y aumentado el desprecio y la desconfianza de los ciudadanos en quienes les gobiernan y en las instituciones que representan. Una auténtica tragedia, que no se ha querido afrontar cuando ya era clamor popular y que hoy se ha convertido en la hidra de las mil cabezas. Por favor, que levanten la mano los Ayuntamientos que están libres de esta lacra. Los hay, sin duda, y muchos, pero que lo digan.
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Querido Fernando, recuerdo cuando volví a España en los años sesenta. Franco estaba en el poder; como yo no estaba involucrada en ningun tema político, tengo que reconocer que es la mejor época que he vivido en este país. Porque entonces "chuparían" del bote unos cuantos pero es que ahora son unos miles... La "democracia" es lo que ha traido--corrupción a raudales. Una pena. Besotes, M.
ResponderEliminarCuando sigan tirando de los hilos saldrán más, sin duda. Pero quizás muchos corruptos se librarán porque habrán prescrito para entonces sus delitos. Es lo que le pasó a un presidente de Mallorca, del PP, que cuando fue juzgado resultó libre porque habían pasado demasiados años ya.
ResponderEliminarCorrupción,dinero,delitos ese es un mal común,en mi pais nada de esto nos sorprende ya,a diario se sabe de cosas así,gracias por visitar mi blog,y por disfrutar de los bellos paisajes de Argentina,te he dejado comentarios en dos post que hiciste en mayo sobre mi pais,me resultaron muy interesantes.Que tengas un buen día,Fernanado.
ResponderEliminarVivo en una comunidad de costa, donde en pocos años se ha construido demasiado. Pocos ayuntamientos de Valencia, castellón y valencia podrán levantar la mano libres de culpa.
ResponderEliminarUna vergüenza ver como se han enriquecido destrozando la costa española.
Un abrazo.
Poderoso caballero...
ResponderEliminarCuando mis hijas eran pequeñas pasábamos el verano en un pueblo de la costa dorada. Hay una playa preciosa y había un acantilado donde solíamos ir a pescar. Se lo cargaron. Ahora hay un puerto deportivo con una agua asquerosa. Eso sí, todo fue uno construir el puerto y doblarse los precios. No sé si habrá allí corrupción pero sí falta de sensibilidad y mucho morro.
Saludos.